22 abr 2012

Re: Ayuntamiento de Gor, Ordenanza reguladora del precio... (2)


[...] Creo que caes en un error muy habitual al comparar las bibliotecas públicas a otros equipamientos municipales como gimnasios, centros cívicos, salas polivalentes, etc. Deberemos volver a recordar que las obligaciones de un ayuntamiento quedan muy explicitadas en la ley de Bases del Régimen Local. Esta ley, con independencia de los que después hayan podido hacer los municipios, deja muy claro qué equipamientos son obligatorios y cuáles no. En el campo cultural y en los municipios de más de 5.000 habitantes solamente hay una obligación cultural, el servicio de biblioteca pública. Todo lo otro, y por extensión, escuelas de música, guarderías, museos, etc. son equipamientos facultativos.

A partir de ahí, muchos son los gobiernos autonómicos que han desarrollado sus correspondientes mapas bibliotecarios en los que consta los parámetros básicos por los que deben regirse las bibliotecas públicas (superficie, colección, etc.). No conozco ni un solo parámetro que sobrepase las recomendaciones internacionales, en este sentido no puedo, pues aceptar que se haya planificado mal.

Sobre el coste de dichos equipamientos, pues la verdad, una ganga, tanto en términos cuantitativos como en términos relativos. Si aceptamos las estadísticas del Ministerio de Cultura, por ejemplo en 2010, la inversión total en bibliotecas públicas fue de 601.718.331 euros. Con esos 600 millones de euros de 2010 se acogieron 111.433.055 usuarios y se prestaron 60.736.873 documentos.

¿Es mucho coste? Pues depende, naturalmente. Si lo comparamos con otros servicios básicos y obligatorios como la sanidad o la educación, una verdadera ganga. ¿Es sostenible? Bueno, pues depende también de lo que se quiera hacer. [...]

En definitiva, puedo ponerte muchos ejemplos de equipamientos socioculturales vacíos, de estaciones de AVE desiertas, de autovías gratuitas (y autopistas de peaje) mal planificadas, hasta se me ocurre alguna que otra vacuna de dudosa generalización pero me cuesta encontrar bibliotecas desorbitadas, vacías o fracasadas.

Es cierto que a partir de ahora deberemos repensar las planificaciones, los costes y seguramente crecer más lentamente (como todos los servicios públicos), pero me niego a aceptar que las inversiones hechas en bibliotecas públicas no han sido las adecuadas en el contexto que hemos vivido los últimos años. [...] 

Texto completo en http://listserv.rediris.es/cgi-bin/wa?A2=IWETEL;65ec01fb.1204C 
Publicado por Josep Vives en la lista de correo de IWETEL